EN LA CASABLANCA COLONIAL

By 30 agosto, 2017LIBROS DE VIAJES

Un libro, por una vez no mío, para entretener el fin del verano. Roberto Novella, arqueólogo y viajero curioso y culto, es un gibraltareño nacido en Casablanca  que hoy reside en Madrid, autor de esta crónica sobre las tres generaciones de su familia que vivieron en Marruecos hasta su independencia. EN LA CASABLANCA COLONIAL es un libro  original, que sorprende por el empecinamiento en mantener unas señas de identidad, recomendable  como retrato de una forma de vivir perdida.

Puedes encontrarlo en: https://www.libreriaproteo.com/libro/ver/id/1972836/titulo/en-la-casablanca-colonialla-vida-diaria-de-una-atipica-familia-britanica.html

y ahí va para despertar las ganas, mi prólogo al libro:

CIEN AÑOS DE ORIENTAL SOLEDAD

Leyendo la crónica que ha escrito Roberto Novella sobre el siglo redondo que las dos ramas gibraltareñas de su familia pasaron afincadas en Casablanca, he sentido la envidia de un escritor de viajes ante un gran tema, digno de ser contado e incluso novelado. Una saga que transcurre en una ciudad inventada por los occidentales en pleno auge del colonialismo, y que a mediados del diecinueve atrajo comerciantes de toda Europa, entre ellos gibraltareños, como los que protagonizan estas memorias. De origen genovés, como la mayoría de quienes repoblaron el Peñón tras el Gran Sitio, la sangre mercantil de los oriundos de la República italiana ya se mezclaba en ellos con la condición de súbditos del imperio británico en un enclave al sur de Andalucía. Todo un cóctel exótico que les hacía en el fondo ser de ninguna parte, propensos ya de suyo a embarcarse en la experiencia de una extranjería todavía más total, a orillas del océano, en una playa del entonces inhóspito Marruecos.

Aunque lo que más impresiona de esta historia, lo que la hace única, no es el llegar tan lejos, sino la perseverancia en permanecer y el empecinamiento en no integrarse. Cien años vividos, generación tras generación, en un no man,s land, esa Casablanca que prácticamente no existía cuando llegaron y dejó de existir cuando se fueron, decididos a mantenerse todo el tiempo extranjeros sin que, por lo que cuenta, surgiese en la familia una sola relación mixta, matrimonio o amancebamiento con nativos y mucho menos conversión, ni siquiera interés por el Islam.  En todo ello muy british, como tantos otros ingleses expatriados en las innumerables colonias del Imperio británico, salvo que Casablanca no lo fue nunca y además ellos se sintieron siempre, por encima de todo, gibraltareños. Una identidad singular que les hacía aislarse de las colonias francesa e inglesa y mantenerse fieles a la parroquia católica que compartían con los españoles, pero sin compartir mucho más. El mundo familiar que el autor nos describe desde sus bisabuelos hasta su propia infancia, es un mundo a la vez cerrado y autosuficiente, pendiente siempre de las noticias y las novedades de fuera, especialmente de Gibraltar, en el que el papel que jugaba Marruecos era el de un exótico paisaje de fondo, un espejo en el que los Novella, Gautier et alii se miraban, pero sólo se veían a sí mismos. De tan literario, !cómo no pensar en Macondo, la familia Buendía  y sus Cien Años de Soledad! Pero el verdadero protagonista de este libro es Casablanca. Una Casablanca casi íntima, de la que hoy apenas quedan vestigios tras la expansión que la convirtió en capital económica de Marruecos. La Casablanca de la antigua Medina, la Casa Grande o Villa Herminia, las residencias de la familia donde se reunían cada tarde, los veranos en jaimas en la playa, el club, hoy desaparecido. Escenarios en los que transcurría la lenta cotidianeidad de aquel pequeño mundo, sin mucho más que hacer que mantenerse fiel a las rutinas familiares. Gente singular y entrañable, de otros tiempos, que la mirada nostálgica del autor nos hace sentir también, más felices.

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  • Pedro, pude conocerte en la presentación del libro que refieres, tuve la suerte de conocer a los padres de Bobby, es curioso, después de analizar el libro, me di cuenta de lo poca extensa que es la cantidad de texto del mismo dedicada a su madre:Herminia, una de esas personas, que tenían luz en la mirada , yo la conocí con tan sólo 6/7 años, han pasado ya 61 y la recuerdo,aun veo nítidas algunas imágenes en mi memoria, esto viene a cuento de que en el libro, habla mas de mi abuelo Pepe Sintes que de su madre, desde mi enfoque y tras las explicaciones que dio el autor durante el evento de la presentación, el y su primo John Dick parten de un impulso que ilustraba la frase «aquí hay gato encerrado» para simple y llanamente darse al morbo del mas claro y vulgar cotilleo y a partir de ahí escribir todo un libro que como obra humana que es, se deja en el tintero hechos como que Pepe Sintes murió víctima de una demencia senil que afloró alrededor de 1.954, que en mi familia, directa no constaba para nada la aventura de Paquita , según el libro da a entender que tuvo una hija, pues celebro que no se la reconociese, dada la profesión de la tal Paquita, no estaría yo seguro de la procedencia genética del fruto de esta aventura (este desconocimiento que personalmente tenía yo, quizás procediese de la protección del «gentlemen’s agreement» mencionado en el libro, por cierto cassé (roto) con el libro, si se me permite decirlo, te anuncio que no voy a hacer mas comentarios que los que acabo de hacer, por mi está todo dicho, dejo pues, interpretar las posibles connotaciones de este párrafo al que lo lea, sin embargo te agradezco, la posibilidad de expresar mis sensaciones, aunque sea a «bote pronto» un saludo

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